La GGT, (próximamente OGT) festeja hoy la extensión de prohibición de despidos.¿bravo! pero nos preguntamos qué ocurrirá cuando estas empresas quiebren, cierren o se vayan a un país con reglas claras? A quien no van a despedir? Qué remuneración van a dar? Otra; ¿hasta cuándo le darán a la maquinita de hacer guita de Boudou y hasta cuando la clase media, que se está terminando, oblará impuestos para alimentar el estado elefantiásico, que destina vez más dinero a la pobreza estructural que sigue creciendo, o el campo se saturará de ataques e impuestos y deje de producir o se vaya a otro país y ya no haya que comer? Qué ocurrirá cuando ya no se pueda rascar más del tarro del Estado y se suspendan las ayudas? Tendremos gente- tal vez nosotros mismos- clamando en las calles un mendrugo de pan, como en los film futuristas y catastróficos?
El bueno de Billy Gates pronosticó una normalidad en el mundo para después de 2023, pero cuando él se refiere al mundo, está hablando de los países centrales, EEUU, Europa y los ricos de Asia,a Iberoamérica le llevará mucho más tiempo liberarse del virus y muchísimo más recuperarse, si lo hace y tal vez sea ese el plan, menos habitantes, mas tierra, agua y soja para ellos.
No hay conciencia ya están quedando pocos proveedores para miles de consumidores, y hasta decirnos “cuidémosno” ya es una frase tardía, si hasta los anti-vacuna y anti pandemia lo admitieron o se murieron.,
Tal vez lo positivo de esto, sea de que todos tomamos conciencia de lo endeble de nuestra existencia y que estamos preparados, más que nunca, para desaparecer.
Quizá, con suerte, en el futuro los grandes pooles internacionales compren todas nuestras tierras y nos convirtamos, todos, apenas, en mano de obra barata de los nuevos señores feudales de este milenio, derecho de pernada incluido…
Así que, mientras tanto, comamos y bebamos, no más…